Cada 14 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta universal de la Exaltación de la Cruz. Es una fiesta milenaria, y de gran relevancia para todos los cristianos.

A partir de los acontecimientos que se fueron sucediendo desde la primera Semana Santa, la Cruz se convirtió en el símbolo por excelencia para los cristianos. El que hasta ese momento había sido un elemento sinónimo de tortura y de muerte, a raíz de la Resurrección de Jesús, pasa a convertirse en un símbolo de esperanza y de salvación.

En nuestro Municipio, la celebración de esta festividad tiene adquiere mayor dimensión, pues incluso tenemos una Hermandad que promueve especialmente su culto: La Hermandad de la Negación y la Exaltación de la Cruz.

La señal del Cristiano.

La Iglesia nos enseña en el catecismo que la señal del cristiano, es la señal de la Cruz, pues al morir Jesús en ella, se convirtió en signo de esperanza y de victoria, para todos los bautizados. San Pablo nos dice que "…el lenguaje de la Cruz, es una necedad para los que están en vías de perdición, pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios" (1Co.1,18).

De pequeños, al prepararnos en la catequesis parroquial para recibir la Primera Comunión, aprendíamos las nociones básicas de la doctrina cristiana que recogía el Catecismo. Muchos todavía recordamos que éste planteaba sus contenidos en forma de preguntas y respuestas breves, que los catecúmenos teníamos que ir aprendiendo.

En una de sus primeras lecciones decía:

• ¿Cuál es la señal del cristiano?
• La señal del cristiano es la Santa Cruz.
• ¿Por qué la Santa Cruz es la señal del cristiano?
• La Santa Cruz es la señal del cristiano porque en ella murió Jesucristo para redimir a los hombres.
• ¿Para qué hacemos la señal de la Cruz?
• Hacemos la señal de la Cruz para manifestar que somos cristianos y para pedir a Jesucristo que nos ayude en nuestras necesidades y nos libre de peligros.
• Etc, etc.

Como vemos, en la Cruz tenemos el símbolo de la raíz misma del cristianismo y la síntesis de todo el mensaje del Evangelio.

El origen de esta festividad.

Tenemos dos celebraciones a lo largo del año en honor de la Cruz, y las dos está muy vinculadas:

• La primera se celebra el 03 de mayo, en recuerdo al redescubrimiento de la Cruz de Jesús, por parte de la Emperatriz Santa Elena, en el año 326 dC.
• La segunda, la celebramos el 14 de septiembre, en recuerdo al día en el que el emperador Heraclio la rescató de manos de los persas (que la habían tomado como botín de guerra en el 614 dC), en el año 628 dC.

Recordando lo que nos decía el Papa San Juan Pablo II: la Exaltación de la Santa Cruz "en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente".

El significado de la Cruz hoy.

"Entonces dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga" (Mt.16,24)

Hoy nos encontramos con que nuestra cultura occidental, se halla inmersa en un continuo relativismo, que pretende hacernos ver que todo es "light", que ya no se lleva el comprometerse, que solo hay que buscar la comodidad y el hedonismo, que hay que apartarse del esfuerzo, que el afán de superación y el espíritu de sacrificio son valores "anticuados", etc, etc. Lógicamente ante este panorama, el símbolo de la Cruz estorba y se rechaza, pues los valores que ésta representa, son todo lo contrario. Esta tendencia ideológica pretende apartar la Cruz de la vida de las personas, pero olvida totalmente, que cargar con la Cruz, significa cargar con el peso de la propia vida.

El Papa Benedicto XVI, nos presenta la Cruz como triunfo del amor sobre el mal y nos dice que "El mundo necesita la Cruz. La Cruz no es sólo un símbolo privado de devoción, no es sólo un símbolo de pertenencia a un determinado grupo dentro de la sociedad, y, en su sentido más profundo, no tiene nada que ver con la imposición de un credo o una filosofía por la fuerza".

La Cruz, continúa diciendo, "habla de la esperanza, habla de amor, habla de la victoria de la no violencia sobre la opresión, habla de que Dios eleva a los humildes, da fuerza a los débiles, vence la división, y supera el odio con el amor. Un mundo sin la Cruz sería un mundo sin esperanza, un mundo en el que la tortura y la brutalidad estarían fuera de control, donde el débil sería explotado y la codicia tendría la última palabra".

La festividad de hoy nos invita de un modo especial, a detenernos en nuestro camino personal, y ponernos en situación de reflexionar sobre cuáles son los valores que debemos realmente exaltar, pues nos llevan por el camino de la libertad; y cuáles son los que debemos rechazar, pues nos llevan hacia un abismo sin fondo.