El Ayuntamiento de Totana rindió hoy un homenaje a título póstumo al que fuera descubridor del yacimiento argárico de La Bastida de Totana, Rogelio Inchaurrandieta y Páez, a cuyo acto asistieron familiares descendientes que residen en Murcia y Madrid.   

Los familiares descubrieron una placa en la tumba que éste tiene en el cementerio “Nuestra Señora del Carmen” de Totana, la cual fue restaurada recientemente por los alumnos de la escuela-taller de esta localidad, dando respuesta a un acuerdo plenario del pasado mes de octubre.   

Al acto asistieron los bisnietos del homenajeado, José Luis Lastra y José Inchaurrandieta, así como otros familiares y la historiadora murciana Julia Villar, que ha realizado en los últimos dos años una labor de investigación de campo sobre la figura de Rogelio Inchaurrandieta.   

Además, se dieron cita los concejales totaneros de Cultura, Ana Belén García, y Servicios a la Ciudad, José Martínez Andreo, quienes agradecieron la visita de los familiares a Totana y explicaron los motivos del acto de reconocimiento.   

Los familiares recibirán esta noche el escudo de la Ciudad de Totana de manos del alcalde, Juan Morales, como homenaje a la labor realizada por su antecesor, quien residió prácticamente toda su vida en este municipio, donde realizó trabajos en el pantano de Lébor.   

Asimismo, Rogelio Inchaurrandieta, que falleció en Totana en 1915, dio a conocer dicho descubrimiento arqueológico de La Bastida en el Congreso Internacional de Antropología de Copenhague en 1869 y donó todos los hallazgos al Museo Arqueológico Nacional en 1870.   

Inchaurrandieta fue director de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, director del Canal de Isabel II y de Aragón y Cataluña e ingeniero jefe de los estudios de los Ferrocarriles Pirenaicos.