El Ayuntamiento de Totana ha ordenado el desalojo de otras dos viviendas en la calle Balsa Nueva de esa localidad, que se suman a las tres que ya se acometieron la semana pasada, por los importantes daños materiales ocasionados en dichos inmuebles a consecuencia de una avería registrada en una tubería de la red de abastecimiento de agua potable.

El concejal de Urbanismo, Antonio Aliaga, informó hoy de dicho procedimiento y recordó que la semana pasada se desalojaron a las familias de dos viviendas en la calle Balsa Nueva y una en la Retiro de esta localidad. Las viviendas desalojadas se ubican en una zona limítrofe entre la Cañada Zamora y el barrio de San José, en las zonas altas del casco urbano.

La citada avería ya fue arreglada la semana pasada, pero los daños materiales en las viviendas de dicha manzana continúan aumentando, por lo que los técnicos de Urbanismo y la empresa concesionaria del servicio de agua Urbaser mantienen un seguimiento y control permanente sobre éstas, dijo el edil.

Todas las familias han sido realojadas de forma temporal por parte del Consistorio totanero y la empresa concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado, Urbaser, en unas viviendas del mismo barrio.

Aliaga indicó que lo que más preocupa al Ayuntamiento es garantizar la seguridad de los propietarios y precisó que una de las dos viviendas desalojadas esta misma semana no está habitada, al tiempo que dijo que está previsto que la aseguradora de la concesionaria se haga cargo de la rehabilitación o posible demolición de éstas.

Esta situación se originó por la rotura de una tunería que estuvo amerando agua al subterráneo de esta viviendas en lugar de hacia el exterior, lo que está originando movimientos de tierra afectando a la estructura de las mismas y provocando desperfectos en las casas.

Asimismo, indicó que los daños se producen por tratarse de una zona de altura, de antiguos barrancos, cuyo subsuelo se pudo compactar con relleno en su día y reiteró que las viviendas afectadas están siendo supervisadas diariamente desde entonces por los técnicos y la concesionaria del servicio para evaluar los posibles riesgos que puedan derivarse.

Además, señaló que la prioridad principal de la actuación municipal es evitar perjuicios a los vecinos afectados y que éstos sufran el menor trastorno posible en su vida diaria; y recordó afirmó que hace más de treinta años ya se registraron daños similares en esta zona.