Más de tres horas duró la reunión que anoche viernes mantuvieron representantes del Ayuntamiento de Totana con los miembros de la Junta Directiva de Cebag a los que se unieron algunos representantes de las once asociaciones empresariales que esta confederación tiene en Totana, para comentar el Plan de Ordenación Urbana del municipio, en periodo de exposición pública, según informaron fuentes de CEBAG.

La representación municipal estaba encabezada por el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo Juan Carrión, así como por los concejales Roque Molina y Domingo Martínez y el responsable técnico de urbanismo Francisco Cánovas.

El presidente de Cebag, José Luís Hernández, informó a la cincuentena de representantes empresariales asistentes a la reunión de que era la primera reunión que Cebag mantenía con representantes del Ayuntamiento para tratar sobre el Plan de Ordenación Urbana, a pesar de haberse solicitado reiteradamente por escrito en octubre de 2004 y junio y principios de octubre pasados. José Luís Hernández lamentó que la reunión se hubiese retrasado tanto pero que Cebag había solicitado que en ella estuvieran tanto el Alcalde como el Director del equipo redactor del plan, lo que finalmente no había sido posible dos meses después por la apretada agenda del Alcalde.

El presidente de Cebag agradeció la disposición del Concejal de Urbanismo para facilitar a Cebag el apoyo técnico y la cartografía que ha permitido que la oficina de la Confederación hubiese atendido más de 600 consultas personales sobre el plan, lo que sin duda había facilitado el trabajo de los servicios técnicos del Ayuntamiento, que aún así ha estado colapsado en algunos momentos.

Sin embargo lamentó que este plan hubiera nacido sin el consenso político necesario en las cuestiones fundamentales, como requiere un documento que va a proyectar el futuro de Totana para los próximos 20-25 años. Lo que estaba generando una crispación y unos enfrentamientos que no eran precisamente compatibles con la confianza y la seguridad que los empresarios y los ciudadanos en general requieren. Confianza y seguridad que tampoco se conseguía con las varias modificaciones y autoalegaciones escritas y verbales que el Concejal y el equipo de gobierno estaban haciendo sobre un documento en exposición pública, con la confusión que esto estaba generando.

Manifestó José Luís Hernández que no sabía si el plan era bueno o malo pero que había despertado mucha expectación y contestación como lo demostraba el que sólo a través de Cebag había ya, a falta de más de una semana para cumplirse el plazo de información pública, más de 1300 alegaciones, lo que sin duda era un record que no había constancia hubiese alcanzado ningún plan de los tramitados en la Región. Y que Cebag tenía el mandato escrito y la representación y confianza de esos más de mil empresarios afectados y que iban a defender esas posiciones e intereses de los colectivos implicados.

Según informaron fuentes de CEGAB, el concejal de Urbanismo intervino a continuación para explicar que él había tomado posesión en septiembre de la concejalía y que efectivamente dos semanas después de la aprobación inicial del plan había detectado errores y directrices del plan que no le parecieron adecuadas y que había anunciado que se modificarían diversos aspectos sobre los que varios colectivos afectados le habían manifestado su disconformidad y el había considerado razonables y los había asumido tras consultarlo con los servicios técnicos.

Añaden que entre los cambios o modificaciones del texto del plan que había asumido el equipo de gobierno citó la desaparición de la banda de protección del perímetro de Sierra Espuña, la rebaja de 50.000 a 5.000 m2 para la edificación de una vivienda unifamiliar en suelo urbanizable, la rebaja de 100.000 ó 200.000 m2 a 10.000 ó 5.000 m2 para la edificabilidad de vivienda en terrenos calificados como inadecuados; la posibilidad de edificar con 2.500 m2 en la zona especial de los Huertos; el cambio de agrícola de interés a urbanizable en algunas zonas, así como de agrícola de interés a inadecuado en otras; la ampliación de la zona urbanizable del Raiguero; la creación de varios núcleos rurales; la remisión a las normas sectoriales de aplicación en las afecciones de protección viaria, de caminos y ramblas, ferrocarril y de cualquier otro tipo; así como la dificultad de hacer compatible la ganadería con los terrenos urbanizables.

Tras de la intervención del Concejal de Urbanismo se produjo un animado coloquio y debate entre los miembros de la mesa y los asistentes que aunque no estuvo exento de dureza, también discurrió por cauces de total corrección en las formas.

Las preguntas y el debate posterior se refirieron al desacuerdo en el mantenimiento de la zona de protección agrícola, a la disconformidad con la exigencia de tener más de 5.000 m2 para edificar en alguna zona, a los problemas con la segregación de fincas si no dan con 50 mts. de fachada a camino público, a cuestionar el traslado obligatorio de las explotaciones ganaderas, a la edificabilidad de las urbanizaciones y a la contradicción entre la exigencia de la misma superficie para hacer una vivienda unifamiliar que una urbanización, así como a otras diversas cuestiones.

El presidente de Cebag agradeció el talante abierto y negociador del concejal y le solicitó una negociación específica de las alegaciones que Cebag le iba a presentar, así como un conocimiento previo de los términos en que estos aspectos se reflejarían en la aprobación provisional del plan. A la vez que le rogó hiciese un último esfuerzo en consensuar el plan con las otras fuerzas políticas, ofreciéndose la Confederación que presidía a hacer de mediadora o propiciadora de este necesario consenso.