El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Totana, Andrés García hizo una crítica de los métodos que según él esta llevando a cabo el Partido Popular de Totana, con el fin de silenciar la labor de oposición de su grupo.

Andrés García, comentaba en sus declaraciones que “por parte de Juan Morales se está imponiendo en esta legislatura, una postura de extrema derecha, donde una de las funciones llevadas a cabo es reducir casi hasta lo ridículo las posibilidades que tiene el Grupo Socialista de llevar a cabo una labor digna en sus tareas de oposición para las que legítimamente están elegidos por el pueblo de Totana”.

Dice que en el gobierno de Totana, hay en estos momentos tres Alcaldes (refiriéndose a Juan Morales, Juan Carrión y José Martínez Andreo) y que estos si se han preocupado de tener un buen sueldo el cual se han aumentado hasta un 20%, pero que “el Grupo Socialista, subsiste gracias a las aportaciones exclusivas de sus militantes y de los concejales electos ya que en cuanto el PP llegó a la alcaldía en 2003, una de sus primeras acciones fue eliminar cualquier dotación que permitiese realizar una oposición digna”.

Siguió diciendo que “esta labor de oprimir al Grupo Socialista en su tarea ha llegado a extremos tales como que Juan Morales ordenó a trabajadores del Ayuntamiento, a la policía local y a algunos de sus sicarios, que quitaran por tres veces dos pancartas que este grupo colocó expresando su opinión sobre el PGOU y que este tema se encuentra en el juzgado”.

Comentó que desde hace tiempo se le está solicitando al señor Alcalde que cambié la megafonía del salón de plenos, ya que “los micrófonos del grupo socialista no funcionan, y que el Alcalde, repetidas veces ha manifestado que lo iban ha hacer, pero que en dos años y medio no han tenido tiempo” preguntándose el señor García que “si el problema sería que no saben cual de los tres Alcaldes es el competente en la materia”.

Concluyó diciendo que “por mas que lo intenten no nos van a callar y que seguiremos hablando de las cosas que nos preocupan como representantes legítimos de esa parte de totaneros de los que no se acuerda el PP a la hora de gobernar, aquellos que no participan de sus enchufes, de su subida de sueldos, de su PGOM, de sus desastrosos e interesados presupuestos o de su incompetencia en llevar a cabo la que calificó como obra de “El Escorial”, refiriéndose a la obra que ya dura casi tres años en el Desvío.