El fuerte viento que está azotando gran parte de la Región de Murcia, y en particular en Totana,  privó hoy a los aficionados totaneros y murcianos en general de presenciar la disputa de la segunda etapa de la Vuelta Ciclista a Murcia. La etapa partió de la plaza de la Constitución y, aunque salió neutralizada para salir de forma oficial desde Pliego, luego la organización acordó su suspensión.

En el comienzo de la etapa que arrancó en la plaza de la Constitución estuvieron presentes el alcalde de Totana, Juan Morales, y el concejal de Deportes, José Antonio Valverde Reina.

El viento parece estar destinado a convertirse en el protagonista negativo en esta XXVII edición de la ronda y ya en el día de ayer alteró el desarrollo normal provocando abanicos, cortes en el pelotón, y, en el lado más negativo, numerosas caídas. Entre ellas, estuvo la del abulense Carlos Sastre (Team CSC), uno de los principales reclamos de esta carrera, y que no pudo tomar hoy la salida.

El pasado año, el dios Eolo también apareció e hizo que los organizadores modificasen el recorrido de la última etapa con meta en Murcia, pero en esta ocasión ni siquiera permitió que se disputasen alguno de los 177,2 kilómetros previstos entre Totana y Fortuna.

La mañana apareció ventosa y, tras una reunión en la localidad de salida, se decidió que ésta se realizara finalmente desde Pliego a las 15:00 horas y que los primeros 127 kilómetros fuesen totalmente neutralizados.

Esta alteración mermaba a los espectadores de una de las mejores jornadas ya que los ciclistas tenían que superar las dos principales cotas de esta Vuelta a Murcia, el Alto de Espuña y el de Collado Bermejo, ambos de primera categoría.

Sin embargo, la intensidad del viento no remitió y se celebró una segunda reunión en Pliego, donde todos los implicados eligieron que la mejor medida era la de hacer todo el recorrido de modo neutralizado, sin disputar el sprint.

De este modo, el pelotón realizó de forma testimonial los últimos diez kilómetros de la etapa, encabezado por los distintos maillots de la carrera, e igualmente los corredores decidieron donar a la familia de Isaac Gálvez, fallecido en los Seis Días de Gante, los premios destinados en esta etapa.