El Pleno del Ayuntamiento de Totana aprobó en su sesión ordinaria del mes de junio por unanimidad de todos los grupos políticos una propuesta para que el Gobierno central inicie los trámites para el reconocimiento oficial de las enfermedades de la electrohipersensibilidad a las personas afectadas por ella, tal y como ha sido recomendado por el Consejo de Europa.

En la misma, se insta al gobierno de la Nación a tener en cuenta e incluir el derecho a la protección de la salud de las personas en el Anteproyecto de Ley General de Telecomunicaciones y regular ese derecho según las recomendaciones de la UE, teniendo en especial consideración, para el caso de los niños. Además, se incide a que el Ayuntamiento de Totana tome conciencia de la situación y reconsidere el uso del WIFI y otras tecnologías inalámbricas en la vía pública y en edificios públicos.

Tal y como recordó la concejal de Sanidad, Eulalia Sandoval, la electrohipersensibilidad (EHS) forma parte de las nuevas enfermedades surgidas en el seno de las sociedades desarrolladas y se trata de una enfermedad notoria recurrente provocada por la exposición a campos electromagnéticos. La persona afectada no aparenta tener problema alguno mientras no se exponga a los campos eléctricos; toda enfermedad recurrente que sea producida por radiaciones, y que disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que e los genera, constituye un caso de hipersensibilidad electromagnética.

El también llamado Síndrome de las Microondas afecta sobre todo a personas con el sistema inmunitario debilitado, o en fase de desarrollo (ancianos, enfermos, niños... ) aunque cualquier persona con buen estado de salud puede llegar a padecerla si su exposición a las radiaciones se hace intensa y prolongada. Cursa con síntomas de insomnio, cansancio o irritabilidad. No es mortal, aunque puede acabar degenerando en enfermedades como el cáncer así como provocar diversos trastornos neurológicos en caso de no reducirse la exposición. Los afectados por electrohipersensibilidad electromagnética pueden hacerse sensibles a nivele s de radiaciones que normalmente, para el público en general, pasarían desapercibidos.

Hoy, como se refleja en la propuesta, se sabe con certeza que los campos electromagnéticos interfieren en el funcionamiento de nuestro organismo y de todos los seres vivos. Numerosos estudios científicos lo demuestran.