Amigo Ginés.

Vengo de darte un adiós que -fervientemente-, desearía no fuese para siempre; aunque lo considero complicado desde mi convicción de agnóstico y el convencimiento de que la muerte si puede ser el final, aunque personas como tu no mueren nunca.

Es complicado dirigirme a ti en pasado. También porque seguro no acierto en mis torpes palabras a definir mis sentimientos o al Ginés, como persona a la que he conocido durante toda mi vida.

Tu apellido está ligado a mi infancia por los añorados cines de Totana, tu comprometida actividad social o política que siempre ha sido intensa y sin tregua. 

En los últimos tiempos, cuando te llamaba por teléfono o me dirigía a ti, siempre preguntabas, ¿Quien eres?. Mi respuesta: "Soy el Atascáo...", por aquello de testarudo o terco en un apelativo (o mote) que me pusiste no sin razón en los debates sobre La Bastida en los que hemos discrepado y mucho por una visión diferente. Siempre sonreías ante mi respuesta.

Pero; ¿qué importa una discrepancia o desencuentro ante la inmensidad de la amistad, el cariño o el gran misterio insondable de la muerte?. Sabemos ambos que es una nimiedad sin importancia. 

Quizás testarudos o "atascáos" fuésemos los dos como genuinos hijos de nuestro pueblo, mezcla de árabes o aragoneses. Recuerdo el día de san Antonio de 2015, tras mi elección como alcalde, que me comentaste querías ceder unos importantes documentos al Pueblo que habían sido expoliados de nuestro Archivo en la negra noche de la Dictadura. Me dijiste que era una satisfacción para ti hacerme entrega de esos "tesoros" patrimonio de los totaneros y que tu recuperaste para Totana.

Me siento privilegiado por haber tenido la suerte de tratarte siempre. Pero especialmente estos últimos años. De firmar la propuesta para que el Pleno te nombrase Hijo Predilecto o nominar el Teatro de la Casa de la Cultura con tu nombre a instancias de la Concejalías de Patrimonio y Cultura y apoyado por la Sociedad Totanera.

Como suele pasar, nos han quedado muchas cosas a medio. Y es que eso de marcharte sin avisar, "no te lo perdono", amigo Ginés. El libro sobre la Historia de la Fuente de la Plaza, que tanto interés tenías en publicar. Se ha quedado en la rotativa de la Imprenta a falta de pequeños detalles finales.

Me comprometí contigo a buscar financiación para su edición y eso está cumplido a través de empresas interesadas. Ese libro -escrito por tí-, como un gran conocedor de esa Fuente y su Historia, te aseguro será presentado en un Homenaje Póstumo a tu memoria y al compromiso con tu pueblo y sus gentes.

Siento el dolor de la despedida. Pero también sé que liberado de esa carga mortal y deteriorada que es el cuerpo, al final vuelas con la agilidad del viento para reunirte en el lugar donde están las personas que han dejado huella en su efímero paso por la vida. De una forma especial, por ser una Gran Persona.

Juan José Cánovas