El alcalde, Juan José Cánovas, ha mostrado su rechazo “más profundo” por el procedimiento de reparto de los fondos extraordinarios que ha anunciado el Gobierno de España a la Región de Murcia, y más concretamente a los ayuntamientos murcianos que tienen una difícil situación económica y financiera, como es el caso de Totana; al tiempo que ha exigido "una distribución más equitativa".

El primer edil la lamentado que esta Región esté, de nuevo, a la cola en esta distribución con 256 euros por habitante, cuando le corresponderían cerca de 500 euros; y dijo estar de acuerdo con el planteamiento que realiza el Gobierno regional porque “no hay derecho que se haga un reparto de estas características que perjudica claramente a los ciudadanos de esta comunidad autónoma”.

A ello, se añaden los problemas que tienen los ayuntamientos, como el de Totana, con una situación “tan precaria” por la deuda que arrastra; a lo que hay que sumar la caída significativa de ingresos que han roto con las expectativas de equilibrio económico que se vaticinaba.

El alcalde de Totana ha señalado que es hora de que “los ayuntamientos dejen de ser las hermanitas pobres de la Administración Pública”, asumiendo gastos extraordinarios por la prestación y el mantenimiento de servicios que afectan a otras administraciones dejando poco margen de maniobra, pues se trata de competencias impropias que no incumben a esta administración local pero sí le afectan por ser la más cercana al vecino, tal y como ha asegurado.

Al respecto, ha enunciado varios casos, como por ejemplo los gastos que va a tener que hacer frente el Consistorio totanero, a raíz de esta crisis por el COVID-19, con la reforma del Consultorio Médico de El Paretón, que presta servicio a los habitantes de las pedanías bajas; o el servicio de transporte para el traslado de los enfermos de diálisis al hospital “Rafael Méndez”.

El anuncio realizado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para compensar a las regiones por el gasto extraordinario realizado para combatir la pandemia y ayudarlas en el proceso de reconstrucción económica y social que se inicia ahora es el origen del malestar generado en el Ayuntamiento de Totana, y también en el Gobierno regional.

Se trata de un fondo no reembolsable de 16.000 millones, de los cuales a la Región le corresponderían 377 millones, lo que supone 256 euros por habitante y deja a la Murcia la segunda por la cola entre las comunidades de régimen común.

Por cada cien euros que recibe de media un español de este fondo, un murciano va a obtener 74 euros. Si se compara con las comunidades mejor tratadas, el Gobierno regional recibirá por cada murciano 245 euros menos de lo que ingresará el Ejecutivo madrileño por cada uno de sus habitantes, 174 euros menos que un catalán (un 40% menos) o 160 menos que un riojano (un 38% menos).

El Gobierno regional defendió desde un primer momento que la distribución más justa sería aplicar el criterio de población en un 100%, pero el Ministerio de Hacienda ha preferido dar peso en la ponderación a criterios sanitarios relacionados con los ingresos en la UCI y la realización de pruebas PCR, lo que perjudica a las comunidades que, como Murcia, se han visto menos afectadas por el coronavirus.