¿Puede inundarse el Centro Tecnológico de Artesanía?

Pedro José Sánchez, concejal de Urbanismo, ofrece sus argumentos sobre la posible ubicación futura del museo de la ciudad

"No es ningún secreto (porque así siempre lo hemos defendido) que desde Ganar Totana - IU creemos en poner en valor cuanto antes nuestro patrimonio a través de un museo instalado en la ciudad. Por su ubicación, sus características y sus instalaciones, éste debe ser el Centro Tecnológico de Artesanía (CTA).

A colación de la rueda de prensa ofrecida por el alcalde Juan José Cánovas y la primera teniente Verónica Carricondo, en la que mencionaban esta misma idea, se pudo observar en comentarios un argumento muy interesante para desmontar al CTA como futuro museo: su afección en zona inundable.

Voy a esgrimir una serie de argumentos en relación a este hecho para, quien así lo desee, pueda formarse una opinión con una óptica más completa del tema, que amplíe las miras más allá de la intencionada sugerencia de que una posible riada pudiera acabar con el museo y con las piezas.

Las ZI, zonas inundables, se determinan a través de estudios que realizan los organismos de cuenca (CHS en nuestro caso), utilizando datos históricos de riadas, medición de caudales, estudios de la geografía, etc. La cartografía de zonas inundables es la herramienta más aproximada con la que cuentan las administraciones para preveer una posible inundación y dichos datos hay que tenerlos en cuenta. No obstante, debemos saber interpretarlos, tal como nos recomienda la propia CHS en su web oficial:

“Hay que advertir que las zonas inundables obtenidas tienen limitaciones importantes en cuanto a su coincidencia con la representación de la inundación real que se produciría en un evento concreto.

Se destacan algunas de estas LIMITACIONES:

En zonas inundables de gran extensión y fuertemente antropizadas, las dificultades para representar adecuadamente en el modelo todos los elementos artificiales que influyen en las características del flujo, y las propias limitaciones computacionales del modelo hidráulico ante la enorme cantidad de datos a procesar, también pueden hacer que los resultados de la inundación real difieran de las previsiones del modelo.”

Es decir, que cuando se estudian los cauces a su paso por zonas urbanas, los estudios no pueden pronosticar con exactitud el comportamiento de las aguas, por lo que se necesitan análisis más concretos para establecer dichos pronósticos. Ejemplo de ello es que para las unidades de actuación junto a cauces del Plan General, se pide un estudio concreto sobre su inundabilidad, hecho que, de tener fiabilidad al 100% los estudios hidrográficos, no sería necesario. Pero como vemos, hay casos en los que es difícil pronosticar con exactitud.

Si tomamos de referencia la cartografía que se utiliza para esgrimir la inundabilidad del CTA, vemos que no se señala toda la llanura que queda desde el casco urbano hasta la autovía, zona que por experiencia sabemos que es la más sensible a inundaciones, y estos estudios ni siquiera señalan su riesgo. Por tanto, el cálculo del comportamiento del caudal aguas arriba, variaría enormemente si se tuviera en cuenta esta llanura de expansión de las aguas. Y es que por ejemplo, esta cartografía, al ser de constante revisión y estudio, a día de hoy NO señala el fin del cauce de la rambla de Lébor o la estación como zonas inundables, siendo de todos sabido cuál es su situación real ante lluvias copiosas. La pasa DANA, nos puede servir de indicativo del comportamiento del agua ante una situación actual.

[Imagen 1:Zonas de calado T= 500 años señaladas en Totana, donde vemos que no se cartografía la zona de la autovía, que ha vivido diversos episodios de inundación]

Pero no descartemos la inundabilidad del CTA, porque es un riesgo realista. Ahora bien, ¿Descarta esto al edificio como posible museo?

Si descartáramos la musealización de espacios que se encuentran en zonas inundables, ¿Qué pasaría con museos como los Molinos del Río, inmersos en el cauce del Segura? ¿O con la antigua prisión militar donde se encuentra el Museo Naval de Cartagena o el Museo Peral, inmersos en una zona de inundabilidad de la Rambla de La Algameca? ¿Acaso estos espacios deben ser desmantelados y descartados por imperativo cartográfico? ¿Acaso el diseño y la planificación, no es capaz de dar solución a un problema recurrente en nuestras ciudades?

Para esto también tenemos respuestas. La guía de diseño y rehabilitación de edificios situados en zonas inundables, divulgada por el Ministerio de Transición Ecológica en octubre de 2019, especifica la especial sensibilidad que se debe tener en el caso de museos, bibliotecas y archivos. Para estos casos, además de las pertinentes soluciones arquitectónicas de impermeabilización de edificios, se recomienda:

IV. Trasladar los usos más vulnerables a las plantas superiores o incluso elevar el edificio.

Sin contar su sótano, el CTA cuenta con una planta baja, dos plantas superiores y una azotea cubierta. ¿Acaso sería imposible dedicar las plantas superiores a la exposición de las piezas más valiosas, y dedicar la planta baja a una más que pertinente sala de audiovisuales y espacio de exposición temporal? ¿Qué intereses existen para desacreditar una opción que, como vemos al tomar los argumentos de inundabilidad , sería más que justificable?

Y lo más importante: junto al descrédito del CTA, se defiende el uso del centro de interpretación del yacimiento como museo. Hay que recordar que hablamos de un edificio de planta baja que además periódicamente sufre filtraciones de agua de lluvia en su interior, al estar diseñado en una zona de depresión del terreno. ¿Dónde tendrían mejor futuro las piezas?

Como apunte final, si lo que realmente se pretende es proteger el patrimonio cultural de Totana de una posible inundación, llama la atención que en ningún momento se mencione al Museo Arqueológico de Lorca, donde se encuentra desde hace décadas gran parte de nuestro patrimonio, que siempre ha estado en una zona inundable y sobre el que no encontrarán ustedes noticias de la inundación de sus piezas ni en el triste momento de la riada de 2012. Eso sí, en Lorca, no gobierna Juan José Cánovas".

Pedro José Sánchez 

[Imagen 2: Zonas de calado T= 500 años sobre Lorca, afectando al Museo Arqueológico]

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