Se les atribuye la presunta autoría de delitos relativos a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos
En Murcia ha resultado investigada una cuarta persona por el uso de venenos y jaulas trampas en un coto privado de caza de Gea y Truyols
La Guardia Civil de la Región de Murcia y agentes Medioambientales de la Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (Brida), de la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, han desarrollado de forma conjunta la operación 'Lubril', una investigación que ha culminado con la identificación, localización e instrucción de diligencias a cuatro personas como presuntas autoras de delitos relativos a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos.
La operación se inició el pasado mes de enero, cuando la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la Región de Murcia solicitó el apoyo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para llevar a cabo una investigación relacionada con la utilización de medios de caza no selectivos.
La Guardia Civil y agentes medioambientales de la Brida organizaron un dispositivo conjunto dirigido a inspeccionar distintos enclaves agrícolas y forestales de los municipios de Murcia, Lorca, Torrepacheco, Totana y Cartagena.
Colaboración de canes adiestrados en detección de venenos
Para llevar a cabo la citada investigación, el Seprona contó con la participación del Grupo Cinológico y de Remonta de la Guardia Civil de Madrid, que dispuso el apoyo de unidades caninas, venidas de Madrid y Valencia, especializadas en la localización de cebos envenenados.
En Totana y Cartagena
El reconocimiento de dos fincas agrícolas sitas en el término municipal de Totana permitió el hallazgo de tres ejemplares de conejo silvestre muertos, zorros, así como numerosas pastillas de rodenticidas.
Tanto los cadáveres de los animales, como las pastillas de rodenticidas retirados del lugar, fueron entregados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Valle' de Murcia, cuyas muestras fueron posteriormente enviadas al laboratorio de Toxicología de la Facultad de Veterinaria, para su análisis toxicológico.
La actuación culminó con la identificación de dos personas, vecinas de Totana, a las que les fueron instruidas diligencias como presuntas autoras de delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales de compañía.
Los responsables de estas fincas agrícolas, dedicadas al cultivo de brócoli y lechuga, supuestamente, colocaron en las proximidades de las plantaciones pastillas de rodenticidas, dejándolos al aire libre y sin protección alguna, con el consiguiente riesgo para las personas y los animales que pudieran transitar por la zona.
Similar modus operandi se dio en las proximidades de una finca agrícola de Cartagena, donde se halló el vertido indiscriminado de rodenticidas y la muerte de varios conejos silvestres.
El titular de la explotación agrícola resultó investigado como presunto autor de delito relativo a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos.
Las pastillas de rodenticidas solo pueden ser empleados para la eliminación de ratones y ratas, por lo que su uso para erradicar otros roedores silvestres (conejos, liebres, etc), con la supuesta intención de minimizar los daños que estos animales pueden provocar en los cultivos, está prohibido.
En Murcia
Otro de los hallazgos se produjo cuando agentes Medioambientales de la Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (Brida) de la Dirección General de Medio Natural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia tuvieron conocimiento de la pérdida de señal de un emisor de geolocalización (GPS), con el que iba equipado un individuo juvenil de Águila Perdicera.
Para localizarlo, efectivos del Seprona y de la Brida realizaron un reconocimiento del coto privado de caza, sito en la pedanía murciana de Gea y Truyols (Murcia), donde se perdió la señal del ave. En la zona hallaron numerosos lazos, cebos, jaulas trampas, poteras para la captura de animales, así como un lirón careto muerto.
Este reconocimiento terrestre permitió, además, identificar a un individuo a bordo de un vehículo. Agentes del Servicio Cinológico de la Benemérita, especialistas en la detección de venenos participaron en el examen del vehículo donde los canes detectaron, oculto en el maletero, trozos de jamón susceptible de ser utilizado como cebo y un bote con una sustancia sospechosa.
A continuación, se inspeccionó una caseta de aperos próxima, donde se localizó otro envase bote de cristal, con posible veneno, así como varias trampas no selectivas para animales silvestres.
De todo ello fueron obtenidas muestras para su análisis que permitieron determinar que se trataba de productos extremadamente tóxicos cuyo principio activo es el aldicarb y el metil-clorpirifós, por lo que el individuo resultó investigado como presunto autor de delito relativo a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos.
Uso de cebos envenenados
El aldicarb es una sustancia altamente tóxica, muy potente y de uso prohibido por decisión de la Unión Europea.
Se trata de un método de caza no selectivo, debido a su poder para eliminar un elevado número de ejemplares y a no seleccionar las especies diana a las que va dirigido. Utilizado en el medio natural, puede afectar gravemente a cualquier animal, tanto de especies silvestres, como de las domésticas e incluso al ser humano.
La muerte por el consumo de estos tóxicos se produce pocos minutos después de su ingesta y de una forma agónica al afectar de inmediato a los sistemas respiratorio y nervioso.
Delitos relativos a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos
Los autores de este tipo de hechos pueden incurrir en un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, recogido en el vigente Código Penal y castigado con penas de prisión de cuatro meses a dos años o multas de ocho a veinticuatro meses y, en cualquier caso, la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar por tiempo de uno a tres años.
La operación 'Lubril', desarrollada de forma conjunta por el Seprona de la Guardia Civil y la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, ha culminado con la instrucción de diligencias a cuatro personas, que han resultado investigadas como presuntas autoras de delitos relativos a la protección de la flora, la fauna y animales domésticos.
Las personas investigadas, los efectos intervenidos y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Murcia, Lorca y Cartagena.