La Policía Local de Totana va a colaborar la próxima semana en una campaña especial de la Dirección General de Tráfico para el control de la tasa de alcohol y presencia de drogas en conductores. Cuya iniciativa se llevará a cabo entre el 6 y el 12 de diciembre, según informan fuentes de la Jefatura de este Cuerpo.
Según datos facilitados por la DGT, el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales.
Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente.
A medida que la concentración de alcohol en la sangre aumenta en el conductor, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa.
La única tasa segura es 0,00mg/l
El alcohol no sólo provoca una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. Con una tasa de alcoholemia de 1,5 gramos por litro de sangre, la tasa de incidencia de accidentes de gravedad mortal es aproximadamente 200 veces mayor que cuando se trata de conductores que no han ingerido alcohol.
Según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), alrededor del 25% de todas las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que, aproximadamente, sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 gramos por litro de alcohol en la sangre o más.
Los controles policiales tienen como objetivo prevenir que personas que han bebido o consumido drogas circulen por las carreteras. Está comprobado que un aumento del número de controles policiales lleva aparejada una reducción en el número de accidentes con víctimas.
En el último decenio se ha detectado un cambio de comportamiento de los ciudadanos que ha hecho que el porcentaje de positivos detectados descienda de una forma notable.
No obstante, es objetivo prioritario tratar de conseguir un descenso aún mayor de positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios.
El alcohol también supone un riesgo para los peatones, como usuarios de la vía que comparte con los demás el espacio público. Menor percepción o percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión y mayor asunción de riesgos son consecuencias que se derivan de la ingesta de alcohol o de drogas, aumentado la posibilidad de sufrir un atropello.