La iglesia en completo silencio...el intenso olor a incienso, que lo impregna todo, las palabras del párroco y la muy bien interpretada música han logrado emocionar a todos los asistentes a este acto organizado para suplir la "procesión" del silencio, que la meteorología amenazaba y que los responsables, muy acertadamente, han decidido suspender, como ha quedado demostrado con la lluvia caída.
Queda a la espera del próximo año, para ver estos tronos, sus "manolas" y la banda de música sonado en las calles.
La esperanza en la paulatina vuelta a la normalidad, la vieja normalidad, la de siempre, la de toda la vida.
Y la ilusión en los próximos días de Semana Santa, tronos, nazarenos, cofradías, mezcla de tradición y espiritualidad, nos permitirán disfrutar de estos días tan especiales y esperados.
Enhorabuena a todos los organizadores y demás implicados, habéis conseguido, que esta noche la sensibilidad este a flor de piel, en este bonito acto. Mañana la Semana Santa continúa.
Marcos Cano