El director general de Carreteras de la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, José Guijarro, informó hoy de que la Comunidad Autónoma ha contratado la instalación de nuevos sistemas de protección para motoristas en 26 nuevos tramos de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma.
Las barreras de protección, que comenzarán a instalarse en los próximos días, se dispondrán a lo largo de 26 vías autonómicas a su paso por los términos municipales de Abanilla, Águilas, Aledo, Alhama de Murcia, Archena, Blanca, Caravaca de la Cruz, Cartagena, Fortuna, Fuente Álamo, Lorca, Mazarrón, Molina de Segura, Mula, Murcia, Ojós, Pliego, Puerto Lumbreras, Santomera, Torre Pacheco y Totana.
José Guijarro indicó que “uno de los retos de la Consejería para este ejercicio es incrementar la seguridad de los motoristas mediante la instalación de nuevos sistemas de protección homologados que contribuyan a reducir la siniestralidad de uno de los colectivos más vulnerables a los accidentes en carretera”.
Las obras, que suponen la instalación de más de 16.000 metros de barreras especiales, se ejecutarán en aquellas vías que registran un mayor índice de siniestralidad entre los motoristas, “para reducir el número de víctimas y la gravedad de las lesiones de este colectivo en caso de caídas, apostando así por la seguridad vial de todo tipo de vehículos, en este caso, las motocicletas”, recordó José Guijarro.
Así mismo, el director general se refirió a la instalación de este sistema para la protección de motoristas durante los últimos dos años “en los que se han dispuesto más de 40.000 metros de barreras homologadas en numerosos tramos de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma, algo que responde al continuo estudio que realizamos de las necesidades de mejora de las carreteras y a la apuesta del Ejecutivo regional por la seguridad vial a todos los niveles”.
Por último, el director general recordó otras iniciativas desarrolladas por la Consejería, como el extendido en zonas de riesgo del nuevo firme antideslizante que reduce el tiempo de frenada gracias al aumento de la adherencia entre el vehículo y la carretera, o la instalación en diversos tramos de la red autonómica de las farolas antichoque, adaptadas a la normativa de seguridad de la Unión Europea, que minimizan las lesiones en caso de accidente y que han convertido a la Región en un referente en seguridad vial.