Movilización ciudadana para que no se cierren los trenes de cercanías Murcia-Lorca-Águilas

Los trenes de cercanías dejarán de funcionar durante, mínimo, tres años por las obras del AVE

Protestas en la capital murciana que invitan a la reflexión y rectificación de nuestros gobernantes. Los comités de empresas de Renfe y Adif se han manifestado este miércoles 30 de junio en la plaza de la Industria de Murcia, en la estación del Carmen, por un ferrocarril digno. Luchan por que no se cierren las líneas de cercanías y media distancia debido a las obras del soterramiento del Ave.

Según ha anunciado Juan José Pérez, presidente del comité de empresas de Renfe, ante el avance de las obras del tren, hay una intención de cortar totalmente el servicio de transporte ferroviario entre Murcia y Lorca-Águilas durante "tres o cuatro años". Afirma que "el ferrocarril va en picado en Murcia" y pide alternativas que no afecten a tantas personas de esta comarca de la comunidad y que nuestros representantes políticos tomen "un poco de interés por el tema".

Los perjuicios de esta situación son claros, viajeros afectados y empleados que van a la calle. Pérez pide un baipás. Se trataría de una vía alternativa y paralela para que puedan seguir circulando los trenes mientras se realizan las obras del AVE. La petición va dirigida al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ya que es el órgano encargado de dar solución a este problema.

La manifestación ha transcurrido con total normalidad y sin incidentes, con una fuerte presencia de la clase obrera de Murcia y diferentes personalidades políticas de Alcantarilla, Librilla, Alhama, Totana, Lorca y Murcia, aunque Izquierda Unida ha sido el grupo político con más participación. La movilización ha negado tajantemente la opción de poner servicio de autobuses durante los años que dure la construcción del AVE.

Pérez ha dicho que "la gente se niega a la opción del autobús" ya que esa experiencia ya la ha vivido. "En todos los sitios que conozco que se han hecho obras se han construido vías paralelas para no cortar el tráfico ferroviario", ha añadido.

Diego López, secretario de asuntos ferroviarios de UGT Murcia ha afirmado que el servicio público de cercanías y media distancia obligaría a muchos viajeros a "utilizar el coche o autobús, con lo que aumentaría la contaminación". Además, cuenta que han "enviado escritos para recibir explicaciones de los presidentes de empresas de Adif y Renfe" y no han recibido contestación. Por lo visto, las peticiones populares no son del agrado de las presidencias de estas entidades.

Pedro Sosa, concejal de Izquierda Unida en Lorca solicita "que al igual que en otros pueblos como Orihuela se ha logrado realizar la obra de adecuación de las vías para llegar hasta Murcia, lo que queremos es que el trayecto de Murcia hasta Águilas sea igual". Cree que esto no se va a realizar en tres años como se ha dicho: "Pensamos que esto va a ir a más".

El coordinador regional de Izquierda Unida, José Luis Álvarez, también ha estado presente en esta movilización ciudadana y afirma que lo que están pidiendo "es totalmente realista, ya que esto mismo se ha hecho antes en otros sitios. Apunta que la razón de este pasotismo por los responsables de dar soluciones es "un planteamiento economicista y de mayor beneficio para las empresas encargadas, no es por otra cuestión". Se ha referido al Gobierno regional por su ausencia en este asunto: "Tanto que critica al Gobierno Central, ahora tiene una ocasión para lucirse, esto hay que defenderlo públicamente y aquí debería de estar López Miras".

La movilización ha estado animada por distintos gritos al unísono. Se han escuchado consignas como "no al cierre de la cercanía", "por un ferrocarril público y social" y "menos ave, más cercanías". Antonio García, concejal de Izquierda Unida en Alhama de Murcia a ha defendido la posición de su grupo político: "Hemos venido en repulsa al cierre provisional". Ha querido destacar el perfil de las personas que cogen habitualmente el tren: "Son miles de ciudadanos los que cogen este servicio al año, son personas obreras que en muchas ocasiones no disponen de vehículo propio o que sencillamente prefieren una opción más ecológica". Ha señalado directamente al ministro de Transporte, José Luis Ábalos, como responsable de no dar opciones adecuadas: "Va a dar carpetazo y se va a cerrar temporalmente esta línea".

Desde Totana y Librilla también han llegado manifestantes. El alcalde del municipio totanero, Juan José Cánovas, ha pedido tanto a Adif, a Renfe y al Gobierno central que no suspendan la línea Murcia Lorca-Águilas porque se trata de "un servicio fundamental y puede suponer un deterioro importante". María del Mar Hernández, concejala del Ayuntamiento de Librilla, ha destacado a las personas que cogen el tren de cercanías: "Hay familias que no pueden permitirse tener tres o cuatro vehículos a su disposición. Lo utiliza sobre todo gente trabajadora y estudiantes; para toda nuestra comarca es una muerte".

En la reivindicación también ha estado Óscar Urralburu, coordinador de Más Región de Murcia, y afirma que "desde el grupo Más País en el Congreso de los Diputados se le ha preguntado a Ábalos por las alternativas y ha dicho que no va a hacer nada". Así de claro es como lo ven desde el Gobierno estatal, sin tener en consideración todos los perjuicios que tiene esto para Murcia. Urralburu aboga por un servicio de transporte "más sostenible y cercano al bolsillo de los ciudadanos", y ha añadido que el AVE "es uno de los grandes errores estratégicos de la movilidad de este país, son unas líneas que realmente las utiliza muy poca población y que tienen que estar subvencionadas para mantener su alto coste y que no tiene la unidad social necesaria".

Además de políticos, la concentración ha contado con el activismo de viajeros de los trenes de cercanías. Cristina Morano, usuaria del tren en los meses de verano para ir hasta Águilas denuncia que esto es un daño "para estudiantes, trabajadores y personas que veranean en Águilas, y que todo esto es un desastre". La alternativa de los autobuses no le convence porque "tardan más, hay menos horarios y son menos cómodos".

La lucha está en la calle y, al parecer, los responsables de la ciudadanía murciana están haciendo oídos sordos a las necesidades sociales. Ellos no están tanto en las calles.

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