24 de Octubre. Día Internacional de las Bibliotecas: un homenaje a la memoria y al conocimiento

Desde pequeño siempre he sentido fascinación por los libros y, muy especialmente, por los lugares en los que estos se custodian: las Bibliotecas. Para mí, entrar en una biblioteca es como abrir una puerta a una dimensión que me conduce a innumerables mundos. Los libros, cuidadosamente dispuestos en sus estantes, constituyen auténticos depósitos del saber, donde se conserva de manera tangible, todo aquello que la Humanidad ha ido acumulando a lo largo de los siglos desde la invención de la escritura, hace más de cinco mil años.

En ellas se respira un silencio respetuoso, lleno de historia, de curiosidad y de imaginación. Las bibliotecas no son solo edificios con libros; son templos del conocimiento y de la memoria colectiva, refugios de cultura y creatividad, centros que nos recuerdan que aprender y soñar están siempre al alcance de todos.

Por eso, celebrar el Día Internacional de las Bibliotecas no es solo conmemorar un evento en el calendario: es reconocer la importancia de estos espacios en nuestras vidas y en la construcción de sociedades más educadas, libres y conscientes.

1.- Origen de las bibliotecas

Para comprender la importancia del Día Internacional de las Bibliotecas, es necesario partir brevemente de la historia de estos espacios del conocimiento, auténticos guardianes de la memoria escrita.

El concepto de Biblioteca nace en la Antigüedad, cuando grandes salones albergaban tablillas con conocimientos generales. Las primeras bibliotecas documentadas surgieron en Mesopotamia, alrededor del III milenio a.C., y se dedicaban a guardar información administrativa, literaria y religiosa. Con el tiempo, otras culturas elevaron estas colecciones a verdaderos centros de aprendizaje y cultura.

En Grecia, destacaron bibliotecas como la de Pérgamo y la famosa Biblioteca de Alejandría, que llegó a contener más de 700.000 pergaminos. Otra biblioteca notable del mundo helenístico fue la Biblioteca de Éfeso (en la actual Turquía), construida alrededor del siglo II d.C. y ubicada cerca del Templo de Artemisa. Se estima que albergaba entre 12.000 y 20.000 rollos y, al igual que Alejandría, se convirtió en un símbolo del conocimiento y la cultura, aunque gran parte de sus colecciones se perdió con el tiempo debido a terremotos y saqueos. Su existencia demuestra cómo, más allá de Roma, las ciudades del Mediterráneo valoraban profundamente la preservación del saber.

Aquella tradición helenística influiría decisivamente en el mundo romano. En Roma, el florecimiento de bibliotecas públicas y privadas (como las del Pórtico de Octavio, el Palatino o las de Tiberio y Trajano) consolidó la idea de la biblioteca como espacio de acceso al conocimiento, reuniendo colecciones de obras griegas traídas como botín de guerra y poniéndolas al servicio de la ciudadanía.

2.- El Día Internacional de las Bibliotecas: origen y celebración en España

La celebración actual del Día de la Biblioteca tiene su epicentro en España, donde cada 24 de octubre se conmemora desde 1997, gracias a la iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el apoyo del Ministerio de Educación.

La elección de esta fecha se debe al recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992 durante el conflicto de los Balcanes, y pretende concienciar sobre la importancia de proteger estos espacios como patrimonio cultural y humano.

El objetivo fundamental de esta efeméride es resaltar el valor de las bibliotecas, destacando su función como centros culturales, educativos y de encuentro, accesibles a todas las personas desde la infancia hasta la tercera edad. Se busca reconocer la labor de los bibliotecarios, así como fomentar la lectura y la cultura en general.

La iniciativa también pretende visibilizar la gran diversidad de bibliotecas existentes en España: públicas, escolares, universitarias, especializadas, nacionales y regionales, todas ellas comprometidas con el mismo propósito: acercar el conocimiento a la ciudadanía.

3.- De España al mundo: ¿cómo pasó a ser internacional esta celebración?

El éxito de la iniciativa española no tardó en trascender fronteras ni en despertar el interés internacional. La idea de dedicar un día a las bibliotecas, que promovía actividades culturales, talleres de lectura y la concienciación sobre la importancia del patrimonio bibliográfico, captó la atención de organizaciones internacionales y de asociaciones de bibliotecarios de otros países.

Poco a poco, fue consolidándose un movimiento global que reconocía desafíos y objetivos comunes: la necesidad de proteger las bibliotecas, fomentar la lectura y reconocer la labor de quienes las hacen posibles.

Hoy, el 24 de octubre se celebra en numerosos países de Europa, América y Asia, consolidándose como un referente mundial. La iniciativa actúa como puente cultural entre pueblos y generaciones, demostrando que las bibliotecas no son patrimonio exclusivo de una nación, sino un bien común y universal, fundamental para la educación, la cohesión social y la transmisión del conocimiento a las futuras generaciones.

4.- La biblioteca en la literatura universal.

Al hablar de las bibliotecas, no podemos olvidar una de las más destacadas de la literatura universal: la de Don Quijote de la Mancha.

En esta novela, la biblioteca del protagonista es símbolo de conocimiento, aventura y pasión por la lectura, pero también de responsabilidad y respeto hacia los libros. Cada obra que alberga despierta su imaginación y le impulsa a emprender viajes extraordinarios; al mismo tiempo, le enseña el valor de distinguir la fantasía de la realidad y de reconocer el saber acumulado por generaciones.

La inmortal obra de Cervantes, nos invita a reflexionar sobre cómo los libros y las bibliotecas no son solo depósitos de papel, sino puertas que nos llevan a mundos infinitos. Son guardianes de la memoria colectiva, fuentes de creatividad y espacios donde la imaginación y el conocimiento se entrelazan, invitándonos a explorar y aprender más allá de las páginas que leemos.

Para concluir: la biblioteca como patrimonio universal

Desde las tablillas mesopotámicas hasta las modernas bibliotecas digitales, estos espacios han sido esenciales para la humanidad. Celebrar su existencia, promover su uso y protegerlas es un deber colectivo. Abrir sus puertas, enseñar a los más jóvenes a disfrutarlas y compartir sus tesoros es la mejor manera de asegurar que el legado de las bibliotecas siga vivo.

Cada 24 de octubre, al conmemorar el Día Internacional de las Bibliotecas, no solo recordamos la importancia de estos lugares. También reafirmamos nuestro compromiso con la lectura, la cultura y la memoria colectiva de la humanidad, consolidando un vínculo global entre todos aquellos que creemos en el poder transformador del conocimiento.

Celebrar el Día Internacional de las Bibliotecas es reconocer que estos espacios son mucho más que simples depósitos de libros: son custodios de la memoria, puertas abiertas a la imaginación y centros de aprendizaje para todas las edades.

Como dijo Miguel de Cervantes, “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

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