Las raíces del Vía Crucis en España

Instituido por el Beato Álvaro de Córdoba

Todos los años, la celebración de la festividad del Beato Álvaro de Córdoba, nos llega como preludio que anticipa la cercanía de una nueva Cuaresma pues -según recogen diversos documentos del siglo XIV-, es a él a quién debemos la introducción del Vía Crucis en España y, desde ahí, al resto de Europa.

La expresión Vía Crucis, viene del latín y significa Camino de la Cruz. Es un ejercicio piadoso que consiste en meditar los distintos momentos de la Pasión y Muerte de Jesús, desde que fue capturado en el Huerto de Getsemaní, hasta que su cuerpo sin vida fue depositado en el Sepulcro.

Casi con toda certeza, los primeros que comenzaron a realizar el ejercicio devocional del Vía Crucis, fueron los franciscanos, pues en el año 1342, el Papa Clemente VI (mediante las bulas “Gratias agimus” y “Nuper charissimae”) los declaró custodios oficiales de los Santos Lugares en nombre de la Iglesia Católica. En Jerusalén rememoraban el recorrido que tuvo que hacer Jesús desde el lugar de la Pasión, hasta llegar al Gólgota.

Pero viajar a Tierra Santa era algo muy complicado y costoso en aquella época -sin hablar de los peligros y las dificultades que acarreaba el viaje-, por lo que sólo los afortunados que tenían la ocasión de peregrinar a los Santos Lugares, podrían recorrer el Camino de la Cruz.

De Tierra Santa a España: El Beato Álvaro de Córdoba y el Primer Vía Crucis"

Fray Álvaro de Córdoba (Teólogo, confesor real y reformador dominico) nació sobre el año ca.1360 en Zamora, en seno de la noble familia Cardona. Pero lejos de abrazar la vida acomodada y de gran prestigio social que le correspondía por nacimiento, decidió ingresar en la Orden de los Dominicos, en donde llegó a ser un famoso predicador y reformador.

En una peregrinación que hizo a Tierra Santa, tuvo ocasión de recorrer in situ, el doloroso camino del Calvario que tuvo que seguir nuestro Señor, lo que le causó un gran impacto, y le hizo adquirir una gran fuerza espiritual que lo acompañó durante el resto de su vida.

Cuando regresó a España de su viaje, ya tenía en mente cómo podía llevar a cabo la tarea reformadora de la Orden de Santo Domingo, por lo que tras pedir permiso al Papa para fundar 6 nuevos conventos y, contando también con el apoyo de la Corte, puso en marcha su plan.

En el año 1423, fray Álvaro fundó el convento de Santo Domingo de Scala Coeli, situado en la sierra cordobesa, a unos 10 kilómetros de la capital. Este fue el primer convento de la reforma de la Orden de Predicadores (O.P.) en España, donde apartado del mundanal ruido, instituyó el primer Vía Crucis de España, diseñando un camino penitencial que recreaba los lugares clave de la Pasión de Cristo.

Este recorrido incluía:

  • Un huerto inspirado en Getsemaní,
  • Un torrente al que llamó "Cedrón",
  • Pequeños oratorios distribuidos a lo largo del Camino,
  • Un punto culminante en lo más alto, al que llamó "Calvario".

A pequeña escala fray Álvaro consiguió “replicar” en suelo español, la Vía Dolorosa que él mismo había recorrido en Jerusalén, facilitando de este modo que miles de fieles pudieran realizar este Camino sin tener que viajar a Israel.

Poco tiempo después, esta representación fue imitada por otros conventos dominicos -y después por el resto de órdenes religiosas-, extendiéndose por toda España y de ahí a toda Europa. De este modo surgió la devoción y práctica del Vía Crucis.

Fray Álvaro falleció en el año 1430 y fue Beatificado en el año 1739 (Breviarium SOP, Roma, 1744, págs. 499-500). Su proceso de canonización permanece abierto.

Hay un hecho anecdótico que ha perdurado a través del tiempo, y que nos muestra que fue una persona muy querida, apreciada, respetada, sabia y con fama de santidad, y es que fue “proclamado santo”, por aclamación popular. Las crónicas muestran que, desde poco después de su muerte, las gentes se referían a él como “san Álvaro”, y aun hoy día, en muchos lugares se le sigue llamando: Beato san Álvaro de Córdoba.

Sin lugar a duda es importante para todo devoto nazareno, el conocer la figura de quien instituyó el Vía Crucis en España, ya que esta es una de las prácticas más arraigadas en la espiritualidad de la Cuaresma y de la Semana Santa.

La devoción y el esfuerzo de fray Álvaro por difundir la meditación sobre la Pasión de Cristo, marcaron un hito en la tradición religiosa, lo que ha permitido que generaciones de fieles sigamos hoy reviviendo las 14 estaciones que conforman el Camino de la Cruz, con profunda reflexión y entrega.

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Se celebrará del 14 de marzo al 28 de junio