Desde la admiración y el reconocimiento a una deslumbrante capacidad de comunicación, a una conversación ágil, con ideas y planteamientos fundamentados y con un gran cariño a Totana, a donde llegó hace ya varias décadas, conquistando la consideración, el afecto y el respeto de cuantos le conocimos, expresamos el sentir por la pérdida de Juan Ruiz García.

Su constancia y diario trabajo, su presencia en las redes sociales, acercando a los numerosos lectores aspectos curiosos e interesantes, cimentados en el estudio, la investigación y la reflexión, aderezados, además, con el gracejo que le animaba, con una prosa fecunda y desenvuelta, le permitieron captar con facilidad la atención, pues el ingenio y la frescura de sus textos, atractivos y sugerentes, actuales y curiosos, invitan al seguimiento.

De su desbordante lucidez, de su perspicaz imaginación nacieron varias novelas (entre otras, Peregrino a Compostela o el Médico de Toledo), pero también intensos retazos en los que asoma el análisis de personajes y contextos (Visitas a la Historia, La Historia tiene nombre de mujer, Visitas a la Historia de Murcia), de experiencias y anécdotas, de momentos de la actualidad, de opiniones y pensamientos (La Mosca Cojonera), una pieza que se presentaba el pasado 2024, de la mano de Vicente Tiburcio, un polifacético y versado creador. Asimismo, su poesía vibra plena de lirismo, impregnada del contacto con la vida y sus ritmos, forjando e impulsado asociaciones literarias, como es Caja de Semillas.

Con su fallecimiento se abre un hueco en el corazón de Totana que será difícil de cubrir, pues embajador virtual del acontecer de sus gentes, narrador de sus hechos más memorables, intérprete del discurrir de sus días, difundió a través de las plataformas digitales, esos interesantes aspectos, exposiciones que, con agudeza y humor, a la vez que, con solidez y rigor, cautivaron a numerosos usuarios.

Descanse en paz Juan Ruiz. En este tiempo presente ya nos hemos enriquecido en el encuentro con su persona, con su competente razonamiento, con su clarividencia y humanidad; en el futuro, otros podrán disfrutar de sus fascinantes aportaciones, necesarias para comprender el sonoro caminar de los hombres y mujeres, de las inquietudes, anhelos y fragancias que constituyeron su trayectoria vital y que ha sabido percibir e interpretar, ofreciéndolas con singular maestría, pues como avezado articulista, sus escritos se muestran rebosantes de observaciones y matices.

Juan Cánovas Mulero