El Centro Sociocultural La Cárcel de Totana acogió esta tarde un emotivo encuentro cultural, donde la autora local Dolores Lario presentó su novela "Imaginaria".
Un retrato de la autora
Dolores Lario, nacida en Totana en 1963, es una figura multifacética y profundamente arraigada en la vida cultural del municipio. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia, su trayectoria profesional incluye trabajos en decoración de cerámica y como pequeña empresaria. Es una conocida columnista en Totana.com y participa regularmente en las tertulias de radio. Como promotora cultural activa, Lario está involucrada en varios clubes de lectura y colabora con la Asociación Contrafuerte en la publicación de libros de artistas totaneros y en la organización de la feria del libro de Totana.
Aunque escribe "desde siempre", su primera publicación llegó en 2024, a los 60 años, con un volumen de cuentos titulado "Tonta, ingenua e ilusa", editado por la editorial Tres Fronteras para conmemorar el Día de la Mujer.
"Imaginaria": Un viaje a través del tiempo y el alma de la ciudad
La novela "Imaginaria" fue gestada entre principios de 2023 y un año después, fruto de una escritura disciplinada de una o dos horas diarias. Aunque la autora describió el proceso como inicialmente fácil, reconoció la complejidad de todas las etapas de la escritura: desde decidirse a escribir, dar por terminada una obra, enviar manuscritos a editoriales, hasta lograr que la obra sea valorada por los lectores. A mediados de 2024, el manuscrito fue aceptado por el editor murciano Fran Serrano de Murcia Libro.
La obra se presenta como un "retrato de las ilusiones y las mezquindades que conviven en la ciudad", según la reseña de Juana Andreo, primera lectora, quien describe la novela como una captura "al vuelo, como si fueran una bandada de vencejos". Su narrativa abarca desde el Big Bang, evocando civilizaciones antiguas, hasta la fundación de la ciudad y el mundo actual.
"Imaginaria" retrata las dificultades de mujeres y hombres en el siglo pasado. Las muchachas soñaban ilusionadas con el matrimonio, mientras sus madres conocían la dura realidad que les esperaba, especialmente para aquellas estigmatizadas socialmente, como "la hija del borracho". Los hombres, por su parte, debían "demostrar su hombría" trabajando incansablemente y mostrando estoicismo. Aunque el siglo XXI se describe como "más libre y democrático", la novela no elude los "comportamientos mezquinos" que persisten.
Crítica y compasión: los pilares de la movela
Un pilar fundamental de "Imaginaria" es su combinación de crítica y compasión hacia los más vulnerables: "los débiles, los locos, las mujeres criticadas, los pobres de las colas del hambre, los extranjeros o los fracasados". La novela busca "reivindicar la dignidad y la igualdad entre los seres humanos", despojándose de la nostalgia idealizada del pasado. Lario invita a los lectores a enfrentarse a sí mismos con honestidad, un ejercicio "saludable para la gente de bien", instando a la colaboración colectiva para "cambiar la ciudad en la que vivimos a mejor".
El proceso creativo: de un microrrelato a una visión panorámica
Dolores Lario compartió los elementos "peculiares" que dieron forma a "Imaginaria". Su proceso creativo no parte de una idea preconcebida, sino de "muy poco": una frase, una sensación, un recuerdo o una canción.
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El marco de la novela: La estructura de la novela, basada en la observación de vidas interconectadas, surgió de un microrrelato y la reminiscencia de la serie de cómics 13, Rue del Percebe. Esta visión de una "cuarta pared" ausente permitió a Lario situar a "cada personaje en una situación, cada uno con su historia, dentro de un edificio", extendiendo luego esta mirada a la calle y a todos los que pasan por ella.
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La pandemia y el pasear: La pandemia convirtió a Lario en una "paseanta". Al caminar diariamente por Totana, comenzó a ver su pueblo de una "manera diferente", apreciando la belleza en lo sencillo, como la floración de jacarandas o jazmines, elementos que impregnan la novela.
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La ordenación de capítulos: La estructura de los capítulos se inspiró en un antiguo cartel totanero que rezaba "Prohibida la mendicidad, este pueblo mantiene a sus pobres". Esta frase, que Lario no comprendía de niña, le permitió organizar la novela agrupando a los personajes "según los conjuntos de gente", reflejando la diversidad social de cualquier pueblo.
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El vínculo con el pasado digital: Lario reveló que ya había estado "ensayando" la novela en dos blogs escritos entre 2008 y 2014. En ellos, sin ser consciente, recopilaba historias y perfeccionaba un estilo "en corto". Su firma como "figurante" en el blog, un "casi nadie", le hizo reflexionar sobre cómo a las mujeres de su generación se les enseñó a "quedarse en la sombra".
Influencias literarias y la distinción entre realidad y ficción
Dolores Lario compartió las obras literarias que la acompañaron durante la escritura de "Imaginaria":
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La Regenta de Leopoldo Alas "Clarín": La imagen de Don Fermín de Paz observando la ciudad desde lo alto de la torre de la catedral con un catalejo inspiró a Lario a adoptar una perspectiva de "dron". Esta le permite "subir hasta donde yo quiero de alto" para una panorámica de la ciudad y "llevarlo a ras de calle" para enfocar personajes u objetos.
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Las Confesiones de un Pequeño Filósofo de Azorín: Lario adoptó el "estilo claro, luminoso, elegante, bello" de Azorín, sus "fragmentos cortos" y su "mirada con amor" hacia la naturaleza, los objetos y, especialmente, la "benevolencia" hacia los personajes.
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La Colmena de Camilo José Cela: La relectura de esta obra le fascinó por sus "fragmentos cortos magníficamente medidos y escritos", su "crítica mordaz" y, sobre todo, la "mirada piadosa hacia los personajes más vulnerables", una compasión que Lario incorporó en su novela.
Sobre la relación entre "Imaginaria" y Totana, Lario aclaró que la novela es "Totana, pero a la vez es otra cosa", comparándola con un espejo que refleja la realidad y la transforma en ficción. Los personajes, aunque inspirados en personas reales, se convierten en "personajes de ficción" al cambiarles el nombre y adaptarlos a las necesidades narrativas.
Lario enfatizó que su ambición fue "contar Totana de una manera literaria", complementando otras formas de narrar la ciudad, como la crónica periodística, el documental o la historia. La literatura, en su visión, ofrece una "historia literaria de una ciudad" que es "más libre, más emocional y también más bella".
Un final musical y una invitación a la reflexión
El acto concluyó con los agradecimientos de la autora a todos los que la acompañaron en este día especial. Lario expresó su gratitud a la Concejalía de Cultura por ceder el local, a Laly Cánovas, la "voz emblemática del pueblo", y al grupo Cuerdas y Voces de Totana por su generosidad al acompañarla en el escenario. También agradeció a su hija Elena, encargada de la publicidad en redes, a su hijo José Miguel, diseñador de la portada y la cartelería, a su hermana Jose por decorar el escenario, a su marido Antonio por la logística, a su editor Fran Serrano por creer en "Imaginaria", a Juana Andreo por su brillante reseña como primera lectora, a los medios de comunicación por su difusión y, especialmente, a su familia, amigos y compañeros por estar presentes.
El acto concluyó con la actuación del grupo totanero Cuerdas y Voces de Totana, que interpretó tres temas emblemáticos: "Golondrina Mensajera", "Pregúntale a las Estrellas" y "Bolero a Totana", poniendo un broche de oro a una tarde inolvidable.
Dolores Lario invitó a los lectores a sumergirse en "Imaginaria", a "mirar con conciencia" lo que les rodea, a observar a quienes tienen al lado y a cultivar una "idea social, una idea de comunidad para que podamos avanzar y entre todos consigamos una ciudad mejor".