Totana ha presentado oficialmente la primera edición del Festival de Órgano Santuario de Santa Eulalia de Mérida, un evento que nace con vocación de continuidad y busca posicionar a la localidad como referente cultural, turístico y musical en la Región de Murcia. La presentación, celebrada en el Santuario de La Santa, contó con la consejera de Cultura, Carmen Conesa; el alcalde de Totana, Juan Pagán; el coordinador del festival, el músico totanero Antonio Cánovas; y el párroco de Santiago el Mayor y representante de la Fundación La Santa, Francisco José Fernández.
Una apuesta por la cultura y el turismo
Carmen Conesa destacó el compromiso del Gobierno regional por integrar patrimonio, cultura e historia con el turismo. Anunció la ampliación de 30 nuevas plazas de alojamiento en el entorno de La Santa y Sierra Espuña, un enclave que calificó como “único y de visita obligada”. Subrayó la riqueza de Totana, que combina patrimonio, naturaleza, espiritualidad, el casco urbano, la iglesia de Santiago, las pedanías, la tradición de las “Tres Avemarías”, los huertos, el yacimiento de La Bastida y la Semana Santa, elementos esenciales de la identidad local.
“Este órgano histórico es una joya única y excepcional. Queremos que la música de órgano sea patrimonio de muchos”, afirmó Conesa, convencida del éxito del festival por su combinación de “historia, belleza del entorno y el talento de grandes intérpretes”.
Un órgano histórico recuperado
El alcalde Juan Pagán agradeció a la Consejería de Cultura y al Patronato de La Santa su labor en la conservación del patrimonio, destacando el esfuerzo continuo del Patronato por mantener esta “joya de la corona”. “A veces, los totaneros no valoramos lo que tenemos, pero los visitantes reconocen su singularidad”, señaló. El órgano barroco del siglo XVIII, restaurado en 2005 gracias a un convenio entre la Consejería de Cultura y el Obispado de Cartagena, es uno de los pocos instrumentos históricos en funcionamiento en el valle del Guadalentín.
Programación de excelencia y apoyo a jóvenes talentos
Antonio Cánovas, coordinador del festival, explicó que la restauración del órgano, en la que participó el catedrático Javier Artigas, supuso una gran inversión que debe aprovecharse con una programación estable para evitar su deterioro. El festival se celebrará los cuatro sábados de octubre a las 20:00 horas, con un cartel de primer nivel:
- 4 de octubre: Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena de Madrid y profesor del Centro Superior Katarina Gurska.
- 11 de octubre: Carlos Paterson, organista de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Valencia y catedrático del Conservatorio Superior de Valencia.
- 18 de octubre: Miriam Cepeda, organista de la Basílica de Begoña de Bilbao y profesora del Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander.
- 25 de octubre: Tribuna de Jóvenes Intérpretes, con Marina López, profesora de clave en el Conservatorio Guitarrista José Tomás de Alicante.
El festival incluye dos conferencias: una inaugural a cargo del cronista Juan Cánovas Mulero, que contextualizará el certamen, y otra en la clausura, en colaboración con la Universidad de Murcia. Además, busca promover a jóvenes organistas, ofreciéndoles una plataforma promocional.
Tras cada concierto, se ofrecerá un vino de hermandad patrocinado por Bodegas Luzón (Jumilla) y Cafetería Martín (La Santa), permitiendo al público conversar con los intérpretes. Las entradas están disponibles en la web del Festival de Órgano Totana, redes sociales, la plataforma Noticumi y en puntos físicos como la cafetería de La Santa, Librería Faro y Librería Romero. Los menores de 12 años entrarán gratis.
Un puente entre fe y cultura
Francisco José Fernández cerró el acto destacando el valor espiritual del santuario, que custodia un legado artístico y religioso de generaciones. “El órgano, que resuena desde el siglo XVIII, es más que un instrumento: es la voz de la Iglesia, capaz de llenar de armonía y esperanza el corazón humano”, afirmó. Subrayó que la música “eleva el espíritu, nos saca de lo cotidiano y nos abre al misterio de lo eterno”, haciendo del festival “un puente entre la fe y la cultura, entre lo humano y lo divino”.