Clausura del I Festival de órgano de Totana: un éxito que trasciende la música y pone en valor el patrimonio histórico local

Totana clausuró el Primer Festival de Órgano con una jornada dedicada a la puesta en valor del patrimonio histórico y musical del municipio. El acto de clausura, celebrado en el Santuario de Santa Eulalia, combinó una conferencia sobre la riqueza patrimonial de Totana —desde el órgano restaurado hasta los más recientes hallazgos arqueológicos— con un recital de órgano que puso el broche de oro a esta primera edición del certamen.

La última sesión del I Festival de Órgano de Totana se celebró el pasado sábado 25 de octubre en La Santa, y sirvió para despedir un ciclo que ha unido música, historia y patrimonio. La jornada final contó con la intervención de José Antonio González Guerao, profesor y arqueólogo, quien ofreció una conferencia sobre el patrimonio histórico y artístico del municipio, y culminó con un magistral concierto a cargo de la organista murciana Marina López, que cerró el festival con un recital dedicado a la música ibérica de los siglos XVI al XVIII.

Antonio Cánovas, coordinador del festival, dio la bienvenida a los asistentes a esta última sesión y agradeció públicamente a la Universidad de Murcia (UM) y a Eduardo Romero, director de la sede de la UM en Totana, por su colaboración.

Cánovas subrayó la importancia del trabajo conjunto y destacó que, aunque el festival es esencialmente musical, su objetivo es el enriquecimiento cultural del entorno. Agradeció la participación de figuras como José Antonio González Guerao y Juan Cánovas Mulero, que ofreció la conferencia inaugural, señalando que su implicación da un “mayor sentido” al proyecto y a la labor realizada.

Reconocimiento institucional y felicitación de la Universidad de Murcia

Por su parte Eduardo Romero, director de la sede permanente de la Universidad de Murcia en Totana,  felicitó a Antonio Cánovas, director artístico del festival, por haber materializado un proyecto que desde su concepción calificó de “muy ambicioso”. Subrayó que el festival ha logrado aunar la puesta en valor de diversos elementos —la música, la religiosidad y el patrimonio—, constituyendo así una muestra del valor artístico, cultural y paisajístico de Totana.

Romero justificó la colaboración de la Universidad de Murcia en el marco de su compromiso con la formación cultural de la ciudadanía, recordando el ensayo Visión de la universidad de Ortega y Gasset, en el que se lamenta que esta función haya sido históricamente desatendida.

Asimismo, agradeció la predisposición sincera de González Guerao para colaborar, recordando su reconocida labor como profesor de historia y director del yacimiento arqueológico de Las Cabezuelas, así como su vinculación con la Universidad de Murcia a través del grupo de investigación LAAT (Laboratorio Temporal de Educación Patrimonial, Histórica y Cívica), donde desarrolla su tesis doctoral.

El patrimonio como enlace: la conferencia de José Antonio González Guerao

El arqueólogo José Antonio González Guerao abrió su intervención felicitando a la organización por el desarrollo del festival y agradeciendo la confianza depositada en él para hablar sobre el patrimonio de Totana. Explicó que el nexo que une un festival de órgano con un arqueólogo es precisamente el patrimonio, y centró su exposición en la idea de que el patrimonio de Totana “está todavía por conocer y por poder transmitir”.

Entre los puntos más destacados de su intervención se encuentran los siguientes:

  • El órgano y el manuscrito musical: resaltó que el órgano utilizado en el festival es un patrimonio “medianamente olvidado” que ha sido recuperado y puesto en valor. Mencionó también el descubrimiento de un manuscrito con obras polifónicas durante la musealización de la Torre de la Iglesia de Santiago, un hallazgo que amplía el conocimiento musical de Totana.

  • Divulgación y educación: destacó la creación del cómic Totana y Su-per Patrimonio, una iniciativa divulgativa en dos volúmenes —dedicados a los bienes inmuebles y al patrimonio inmaterial, respectivamente— que acerca el conocimiento patrimonial a los más jóvenes. En el segundo volumen se incluye un apartado sobre la importancia del patrimonio musical en la identidad totanera.

  • La matrioska patrimonial: utilizó la metáfora de las muñecas rusas para ilustrar la conexión entre los distintos niveles del patrimonio: el órgano como elemento básico, integrado en el santuario, a su vez dentro del entorno natural de Sierra Espuña, formando un conjunto inseparable.

  • Arqueología y orígenes: mencionó yacimientos muy conocidos como La Bastida, y otros menos difundidos como La Serrecica, donde se refugiaron los pobladores tras el colapso de La Bastida. Subrayó que, aunque este último es fundamental, el origen histórico de Totana se encuentra en Las Cabezuelas, un yacimiento ubicado junto al casco urbano.

  • Las Cabezuelas y el expolio: recordó que las excavaciones comenzaron en 2014 sobre un yacimiento “virgen”, pero mostró imágenes del daño causado por intervenciones clandestinas que saquearon parte del patrimonio, ejemplo —dijo— de “cómo perdemos y recuperamos nuestra historia”.

  • Descubrimientos recientes: señaló que las investigaciones en Las Cabezuelas abarcan desde la Edad del Bronce hasta el mundo andalusí. En los últimos años se han publicado materiales cerámicos de época andalusí y, como primicia, anunció el hallazgo de una necrópolis romana con enterramientos de más de 1.600 años de antigüedad.

  • Patrimonio desatendido: lamentó que la Cueva de la Plata, que alberga una pintura rupestre única de una embarcación del primer milenio a.C. —declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO—, permanezca sin protección adecuada y prácticamente desconocida para la población local.

  • Patrimonio etnográfico: destacó los hornos alfareros, especialmente el Horno Moruno, ya restaurado, como símbolo del saber popular y de la identidad totanera. Advirtió que aún existen al menos tres hornos más sin recuperar.

  • La vía del hielo: celebró la protección, desde 2022, de los Pozos de la Nieve y estructuras anexas, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), gracias a la colaboración con Territorio Sierra Espuña.

  • La obra comunitaria del acueducto de Uzeta: recordó la importancia de esta gran obra hidráulica, comparable en esfuerzo y relevancia a la construcción de la Iglesia de Santiago. Citó los estudios del historiador José Antonio Sánchez Pravia, que documentan cómo esta infraestructura llevó el agua desde el nacimiento de la Carrasca hasta la Fuente de Juan de Uzeta, mediante 17 kilómetros de canalizaciones y 23 arcos y arquillos.

González Guerao cerró su intervención subrayando que el patrimonio necesita un compromiso colectivo basado en una secuencia clara: “conocer para valorar, valorar para proteger, proteger para conservar y conservar para transmitir”.

Enlazó así su discurso con el espíritu del festival, destacando que la música, al igual que la arqueología, también transmite, y que realizar actividades culturales en el Santuario no solo enriquece el entorno, sino que contribuye a difundir y valorar el patrimonio único de Totana.

Marina López deslumbra en el Santuario de Santa Eulalia con un recital que revive la música ibérica del Renacimiento y el Barroco

Tras la conferencia, el Santuario de Santa Eulalia vibró con las notas magistrales de Marina López, quien ofreció un recital inolvidable. Bajo el título Música de la Península Ibérica: Siglos XVI al XVIII, la organista murciana transportó al público a los albores del Renacimiento y el esplendor del Barroco, con un programa que fusionó la herencia española y portuguesa en una sinfonía de texturas y emociones. 

Marina López, cuya carrera ascendente la ha posicionado como una de las voces más frescas del órgano histórico, demostró una vez más su dominio técnico y su sensibilidad interpretativa. Formada en instituciones como el Conservatorio Superior de Música de Murcia, la ESMUC de Barcelona y la Escola Superior de Música de Lisboa, López no solo ejecutó con precisión quirúrgica las complejas polifonías de Juan Cabanilles, sino que infundió a cada pieza un alma vibrante que resonó en la acústica impecable del santuario. 

El programa desgranó la evolución estilística de la música ibérica a lo largo de tres siglos, desde las intrincadas batallas tonales hasta las sonatas galantes que anticipan el clasicismo. Destacaron interpretaciones como la Batalla de quinto tono de Pedro de Araujo, que abrió con un torrente de vitalidad rítmica portuguesa, y el Tiento Lleno de 2º Tono de Cabanilles, cuya densidad contrapuntística dejó al público en vilo. No menos impactante fue la Sonata en Mi menor de Carlos Seixas, con su elegancia melódica que evoca los salones lisboetas del XVIII, o la Sonata de Clarinés de Antonio Soler, que culminó en un clímax de brillantez técnica. El cierre con la Tocata y Batalla de 6º tono de Francisco Xavier Baptista provocó un entusiasmo desbordante, con aplausos prolongados.

La velada no solo celebró la excelencia de López, galardonada con el Primer Premio en el Concurso Internacional de Órgano de España "Jóvenes Solistas de la Región de Murcia", sino que también subrayó el rol de la Tribuna de Jóvenes Intérpretes en la promoción de talentos emergentes.

Con esta actuación, Marina López afianza su proyección internacional, tras recitales en Austria, Bélgica y Polonia, y su implicación en proyectos como la Young Artist Programme de la European Union Baroque Orchestra. Una noche que, sin duda, quedará grabada en la memoria colectiva de Totana como un hito de la interpretación organística.

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