Totana vivió este 3 de mayo una de sus tradiciones más entrañables con la bendición de la Cruz de Mayo realizada por Damián, un vecino que desde hace ocho años convierte materiales reciclados en una impresionante obra de arte cargada de simbolismo y devoción. El acto, celebrado en la Calle Virgen de Begoña, estuvo presidido por el párroco de la Iglesia de Santiago el Mayor, Francisco José Fernández.
Durante su intervención, Damián compartió con emoción el proceso y el espíritu con el que ha creado esta cruz, confeccionada íntegramente con cajas y blísteres de medicamentos, en una apuesta decidida por el reciclaje, la creatividad y la fe. “Aquí no hay cruces de oro ni de plata, ni de materiales preciosos”, explicó el autor, destacando que lo que sí hay es “ingenio y paciencia”, atributos que, según confesó, le son dados por el Señor cada año.
“La cruz de este año, aunque parezca sencillita, es muy luminosa, muy viva”, afirmó Damián, quien agradeció especialmente la presencia de todos los asistentes, del coro Santa Cecilia y del padre Francis, a quien reconoció como fuente de motivación continua. Su mensaje final fue una súplica y un deseo: “que el Señor me siga dando fuerzas para que el año que viene nos volvamos a convocar”.
El padre Francis fue el encargado de bendecir la cruz, destacando su valor simbólico y espiritual. En sus palabras, evocó la belleza redentora que representa la cruz, especialmente esta, nacida del “amor, la creatividad y el esfuerzo humano”. Subrayó además su mensaje ecológico, señalando que “al contemplarla hecha con materiales reciclados recordemos que tu luz renueva todas las cosas y que en ti incluso lo desechado cobra nueva vida”.
El acto concluyó con un emotivo recital del Coro Santa Cecilia, que interpretó varios cantos tradicionales. Las voces del coro pusieron el broche de oro a un acto marcado por la emoción, la fe compartida y el respeto por las tradiciones.