La Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes ha iniciado los trámites para declarar como bienes catalogados, por su relevancia cultural, tres yacimientos arqueológicos de época romana ubicados en el municipio de Totana: Casa de las Romeras, El Pozanco y Villa Aznar. Todos ellos corresponden a asentamientos rurales datados entre los siglos I y IV d.C., emplazados a lo largo del antiguo trazado de la Vía Augusta, que conectaba Carthago Nova (Cartagena) con Eliocroca (Lorca), según informaron fuentes del Gobierno Regional en un comunicado.
El yacimiento de Las Romeras se asocia a una explotación agropecuaria de pequeño o mediano tamaño, y presenta una notable dispersión de materiales cerámicos en superficie, entre los que se encuentran ánforas, vasos de almacenamiento y vajilla fina romana, fechados entre los siglos I y IV d.C.
En El Pozanco se ha documentado una elevada concentración de restos cerámicos, entre los que destacan piezas de terra sigillata de procedencia gálica y africana —típicas de la vajilla de mesa y cocina romanas—, así como grandes recipientes de almacenaje.
Por su parte, el yacimiento de Villa Aznar ha proporcionado fragmentos de cerámica común y de lujo, incluyendo sigillata, ánforas y otros contenedores de uso agrícola, lo que confirma su carácter como asentamiento rural vinculado a la explotación del territorio.
Estos enclaves representan un modelo de ocupación rural consolidado en el sudeste peninsular durante el mandato del emperador Augusto, caracterizado por fincas agropecuarias bien conectadas a la red viaria romana y situadas cerca de los principales centros urbanos y del litoral.
Según el director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez, estos yacimientos "nos muestran fragmentos de cómo era la vida rural en época romana en la Región, con asentamientos agrícolas conectados con los núcleos poblacionales".
Con su declaración como bienes catalogados, los tres yacimientos pasarán a formar parte del patrimonio cultural protegido de la Región de Murcia. Esto implica que no se permitirá la búsqueda, recogida ni traslado de materiales arqueológicos sin autorización previa. Además, cualquier intervención sobre el terreno deberá contar con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Cultural y estar incluida en un proyecto arqueológico autorizado.